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viernes, 24 de agosto de 2012

Fue pura alevosía, burda crueldad…




El asesinato de Quintín Banderas

Premeditaron su muerte, pero no solo eso, sino que lo querían bien muerto, por lo que se dieron al goce de tasajearlo, como si los autores del crimen temiesen su inmediata resurrección, o como si las mentes y manos asesinas actuaran por mandato de los más bajos instintos del odio.
Macheteado, y escarnecida su figura –al trasladar su cadáver sobre un carretón inmundo-; luego, escondieron su sepultura, temerosos de tributos e inquietudes sociales.
¿Por qué –uno llega a preguntarse- tanta villanía, especialmente de gente que fueron cercanos compañeros de armas, durante la última revolución separatista, en la que, precisamente, combatieron en las lomas y llanos de la antigua provincia villareña?
Razones no existen; justificaciones, tampoco. Tal vez lo único que se pueda intentar es hallar una explicación al modo en que aquellos patriotas devenidos políticos, hicieron la carrera de asesinos, materiales e intelectuales, con título de oro…

miércoles, 15 de agosto de 2012

Santiago de Cuba y su monumentalidad (VII)



Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
Modesta joya de la arquitectura
religiosa de Santiago de Cuba


Como en casi todas las ciudades coloniales fundadas por España en América, las marcas del crecimiento, o expansión, de Santiago de Cuba parecen registradas por el surgimiento de los templos católicos y las plazas que –salvo muy raras excepciones- les acompañaron.
Hablar de esas iglesias, en sus variadas muestras  arquitectónicas, y de los parques o plazas –grandes, medianos o pequeños- que les fueron propios, puede ser un modo de seguir no sólo la puntual evolución monumental de esas preciadas reliquias de nuestra añeja urbe y de las cuotas que, como entidades activas, pudieron haber aportado a la moralidad y el desarrollo espiritual de sus respectivas comarcas, sino, también, una manera concreta de referir los cambios fisonómicos de este ámbito citadino caribeño, que ya frisa el medio milenio de existencia…
Resulta, pues, conjugación casi simétrica la expansión de la ciudad hacia los cuatro puntos cardinales, y la construcción de esas iglesias con sus parquecitos aledaños, como sellos constitutivos de las nuevas barriadas.
Así, en efecto, surgieron las iglesias de Santo Tomás Apóstol, de Nuestra Señora de los Dolores ¿?, de Santa Lucía (todas en el primer cuarto del siglo XVIII), de la Santísima Trinidad, de San Francisco y De los Desamparados, en la centuria siguiente.