Parque Céspedes, catedral, la casa más añeja de América...
Santiago de
Cuba y su
monumentalidad
(IV)
Quizás los
santiagueros no lo hayamos descubierto aún, pero este lugar es, realmente, el
recinto más espectacular de nuestra añeja ciudad: una revelación de grandes y
significativas obras, por valores propios, integradas, a la vez, a los
sentimientos y quehaceres de un mundo de gente, que se muestra a cuantos vienen
y van por las cuatro vías por las que se puede acceder a ella…
Parque de Céspedes
Vieja,
querida y coqueta –cuya faz ha renovado muchas veces-, y a la que todavía
cortejan esbeltos, vetustos y eternos pretendientes, la Plaza de Arma de Santiago de
Cuba, o el parque Céspedes, como todos acá le llamamos, constituye, sin lugar a
duda, uno de los conjuntos monumentales más atractivos de la ciudad y, absolutamente, en el
que más interactúan propios y foráneos; sede de incontables citas de múltiples
amores, de peñas fervorosas sobre los temas más polémicos, en las que, las más
de las ocasiones, el amor propio lleva ventaja a la razón; bancadas de relatos
hiperbólicos y de glorias ficticias, que ganan verosimilitud con la fuerza con
que son contadas; áreas de recreos infantiles, añorado escenario, en fin, de
varias generaciones, en cuya parte central, un original monumento, erigido en
1953, rinde tributo de recordación perenne a la gesta del 10 de octubre de
1868, al máximo héroe de aquella gesta y Padre de la Patria cubana, a Carlos
Manuel de Céspedes.
Mirando al
sur, sobre el escaque que marcan las calles Heredia, al frente; Lacret (San
Pedro) y Félix Pena (Santo Tomás), por los laterales, y Bartolomé Masó (San
Basilio), al fondo, se alza predominante, sobre un promontorio aplanado, la Santa Basílica
Metropolitana, cercana ya a los 350 años en este propio sitio (anteriormente,
desde 1522, en otros puntos de la ciudad), en la que resaltan no sólo sus altas
torre-campanarios y su gran cúpula central, sus puertas enormes, el amplio y
acogedor atrio, en forma de U, con su balaustrada de madera torneada, y sus
bajos –también en U, en toda la extensión de la lonja, con sus activas entidades
culturales y comerciales.
Catedral de Santiago de Cuba
Su aspecto
actual, de sobria expresión neoclásica, es obra del eminente arquitecto y
urbanista santiaguero Carlos Segrera Fernández, a quien también debe el
populoso centro de solaz, los dos edificios que copan todo el lado oriental del
recinto citadino: el hotel Casa Granda -activo y con elevada demanda, por
supuesto, a solo meses de su centenaria existencia- y la versión moderna del
otrora Club San Carlos, hoy sala de conciertos Esteban Salas (altos) y galería
de artes Oriente (bajos); obras de las que, por sus estilos y funciones, la
ciudad siente especial orgullo; cual lo sintió por otra creación de Segrera: el
anterior hotel Venus, abatido por el terremoto de 1932, en cuya área hoy se
levanta el moderno edificio del BANDEC, antiguo Banco Nacional de Cuba.
Casa de Diego Velásquez (Museo de Ambiente Colonial)
Si de
orgullo hablamos, contiguo a esa entidad financiera, abarcando entre ambos todo
el segmento de la calle Félix Pena, desde Heredia a Aguilera, se muestra la
edificación más antigua de América, con casi 500 años de existencia, lo que
fuera la Casa
del Adelantado Diego Velázquez, ahora Museo de Ambiente Colonial, rescate
glorioso del profesor catalán –santiaguero por amor y condición- Francisco Prat
Puig; autor principal –es oportuno decir- del proyecto que hace unos 60 años se
materializó en el nuevo Ayuntamiento de Santiago de Cuba, único en su
expresión, como síntesis evocadora de la modesta pero valiosa arquitectura
colonial santiaguera, rival fraterno, en majestuosidad, de la catedral, a la
que mira de frente.
Sr. Mourot. Coterraneo y Amigo. Nosotros si sabemos que este centrico parque es el espacio mas espectacular de nuestro querido Santiago. No olvidamos que en muchas oportunidades hemos defendido con valentia ciudadana nuestro derecho a sentarnos alli para conversar de cualquier tema y demostrarle civilizadamente a los agentes del orden publico que es nuestro legitimo derecho permanecer alli el tiempo que precisemos necesario con la debida compostura de hombres dignos.
Sr. Mourot.
ResponderEliminarCoterraneo y Amigo.
Nosotros si sabemos que este centrico parque es el espacio mas espectacular de nuestro querido Santiago. No olvidamos que en muchas oportunidades hemos defendido con valentia ciudadana nuestro derecho a sentarnos alli para conversar de cualquier tema y demostrarle civilizadamente a los agentes del orden publico que es nuestro legitimo derecho permanecer alli el tiempo que precisemos necesario con la debida compostura de hombres dignos.