el
patriotismo de
un cura
cubano fuera de serie
En
medio de la polvareda levantada por el ir y venir de los adversarios y, sobre
todo, por los disparos de lado a lado; en medio de la atmósfera de
imprecaciones de bando a bando, del fragoroso ardor por alcanzar la victoria o
alejar la derrota; en fin, cuando los temerarios daban el tono más alto de
desafío a la muerte, un raro mambí podía verse entre la muchedumbre de
insurrectos, sin fusil y sin el emblemático machete, armado solo de un pequeño
revolver a la cintura –que nunca desenfundó- y, en verdad, solo de una cruz y
su fe inquebrantable…